Consideramos aislar térmicamente a la capacidad que disponen los materiales o sistemas para oponerse al paso del calor/frio por conducción. Se evalúa por la resistencia térmica que tienen. La medida de la resistencia térmica o, lo que es lo mismo, de la capacidad de aislar térmicamente, se expresa, en el Sistema Internacional de Unidades (SI) en m².K/W (metro cuadrado y kelvin por vatio).
Se considera un material aislante térmico, cuando su coeficiente de conductividad térmica: λ es inferior a λ<0,10 W/m2K medido a 20 °C (obligatorio) o, en el antiguo Sistema Técnico, 0,085 kcal / m2.°C
El Aislamiento Térmico es por tanto, el método por el cual, tratamos de aislar térmicamente una superficie reduciendo en mayor o menor medida, la transferencia de calor hacia o desde el ambiente a aislar. Para ello, se emplean materiales aislantes, cuya principal característica física, radica en su baja conductividad térmica.
No obstante, la eficacia de la solución adoptada, se centra en evitar la ruptura o discontinuidad del producto aplicado, evitando los denominados puentes térmicos, que actúan como fuga directa de la resistencia térmica.
A su vez, cabe tener en cuenta que, La resistencia térmica es inversamente proporcional a la conductividad térmica.
De forma que, en función de la mayor o menor resistencia que oponen los materiales, al paso del calor a través de ellos. Algunos, de forma muy escasa, como los metales, por lo que se dice de ellos que son buenos conductores. Respecto a los materiales de construcción (yesos, ladrillos, morteros, etc…) estos, oponen una resistencia media. Finalmente, aquellos materiales que ofrecen una resistencia alta, se llaman aislantes térmicos específicos o más sencillamente, aislantes térmicos.
Los principales aislantes térmicos se pueden clasificar entre las siguientes familias:
- Lanas minerales; lana de roca y lana de vidrio,
- Espumas plásticas derivadas del petróleo:
- Poliestireno Expandido – EPS
- Poliestireno Extruido – XPS
- Polietileno Expandido
- Poliuretano Expandido
- PUR
- etc..
- Reciclados; como los aislantes celulósicos a partir de papel usado y la lana de oveja,
- Vegetales; paja o fardos de paja, virutas de madera, corcho natural, … entre otros
La conductividad térmica entre los distintos materiales aislantes que utilizamos de forma estandarizada en construcción, es bastante parecida. Por lo que no es ésta la principal característica para diferenciar su elección entre ellos. La diferencia recae sobre sus características físico – químicas. Teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
- Las contracciones y dilataciones del aislante.
- Su resistencia al fuego.
- La acción frente disolventes y agentes atmosféricos.
- Las solicitaciones mecánicas.
