Impermeabilización
Es inherente en el ser humano, proteger de los elementos externos (agua, humedad, viento, frio, calor) las edificaciones que habita, se reúne o trabaja. Y posiblemente, el más ocurrente omnipresente y devastador sea el agua.
Desde tiempos inmemoriales se conocen sistemas de impermeabilización nacidos del empeño de conseguir estancias más y mejor protegidas de las acciones del líquido elemento y demás factores.
Hoy, en los albores del siglo XXI, a pesar de nuestro dominio de la técnica, la ciencia, y del uso de una potentísima y avanzada tecnología proveniente de la combinación entre la física y la química, aplicadas al sector construcción, seguimos enfrentados diariamente a problemas y patologías derivados de la intrusión del agua, humedad, frio o calor en nuestras edificaciones. Sus efectos sobre edificios e infraestructuras causan mayor perjuicio económico que todas las catástrofes naturales que se producen anualmente en el planeta.
Existen tres factores principales que condicionan esta realidad:
- En primer lugar, la evolución y complejidad de los sistemas y elementos constructivos. Aspecto que requiere una constante revisión y rediseño de nuestros sistemas de impermeabilización.
- No menos importante es la poca atención que se presta al diseño y ejecución de dichos sistemas de impermeabilización en obra.
- Y por último, un factor que condiciona en exceso, incluso en extremo la eficacia de las impermeabilizaciones, recae sobre el difícil equilibrio que en nuestros tiempos deben mantener economía, sostenibilidad y rentabilidad. Mermando agresivamente la eficacia de los mismos.
Sin duda son factores suficientemente importantes como para no poder aplicar recetas y soluciones mágicas que nos permitan solventar el problema en pocos días meses o años. No obstante, si podemos participar en la creación más que de una técnica, de una cultura que permita mejorar la efectividad y durabilidad de nuestros sistemas y, consecuentemente, el confort y la satisfacción de los usuarios finales..
GRUPO IRACO ya ha iniciado ese camino. El de la constante investigación e innovación para adaptarnos a los proyectos de mayor exigencia y diseño. El de la constante formación de nuestros técnicos, especialistas y delegaciones productivas, con el ánimo de conseguir la máxima eficacia y rigor en la puesta en obra. Así como, la constante información, para conseguir derribar prejuicios, a menudo tan grandes como falsos de argumentación y análisis, que confunden lo barato con lo económico, lo simple con lo sostenible y lo rentable con el beneficio a corto plazo.
Fruto de nuestra voluntad de participar de manera activa en este cambio, ponemos a disposición de nuestros colaboradores, prescriptores y clientes nuestro equipo de asesores de proyectos para el correcto análisis, diagnostico, adaptación y diseño de cada proyecto de forma monográfica y particular.